Kenia, el país de los safaris: Parques y reservas

Mapa de los

Mapa de los parques nacionales y reservas de Kenia / MARGA MEDINA

Kenia explota su lado exótico y auténtico de su tierra como reclamo turístico. Es el auténtico país de los safaris. Gran parte de su territorio está constituido por sabana, un ecosistema muy particular que se extiende por gran parte del contiene africano y algunas zonas de la América del Sur y se caracteriza principalmente por ser un terreno llano con pocas ondulaciones y poseer abundancia de especies herbáceas y menos arbóreas creando grandes claros. Y su situación en el globo es de transición entre desiertos y selvas. Pero es en África oriental y austral donde convergen sabana y su peculiar fauna, lo que la hace única. Y hablamos de varios países de grandes dimensiones que albergan estas características, aunque, sin duda, Kenia está a la cabeza por su versatilidad y sobre todo, la buena estructura institucional que ha sabido aprovechar y explotar sus recursos naturales y atraer a turistas y viajeros. Kenia aún haciendo frontera en su zona austral con Tanzania y, siendo incluso más mermada en recursos y extensión, posee unas infraestructuras mucho más idóneas que su vecina Tanzania.

En Kenia hay gran cantidad de parques nacionales, naturales, reservas, reservas privadas, etc. Haremos una selección de algunas de las más imponentes:

Rinoceronte Lago Nakuru

Rinoceronte blanco cerca de la orilla del Lago Nakuru / MARGA MEDINA ©

FACÓQUEROS en Nakuru

Facóqueros en el Parque Nacional Lago Nakuru / MARGA MEDINA ©

Mono papión o babuino en Nakuru

Papión o babuino en el Parque Nacional del Lago Nakuru ©/ MARGA MEDINA

Muchas veces los safaris comienzan dirigiéndose hacia el norte de Nairobi par así ir bajando hasta Tanzania. El Parque Nacional Lake Nakuru es un parque bastante sonado para los amantes de los safaris. La peculiaridad mayor es que éste se compone de un lago de agua salada que en las orillas, cuando el agua se evapora, deja ver sus placas de sal. Ese color blanco de la sal se mezcla con el rosa de los flamencos que allí permanecen todo el año (aunque nosotros gozamos de tener flamencos en nuestras marismas del Guadalquivir, impresiona ver esa tupida alfombra rosa).

Gacelas, hienas moteadas, jirafas, facóqueros y babuinos abundan en el parque, aunque quizás el mayor atractivo del parque está el rinoceronte, ya que se puede ver con facilidad. Se dan tanto el rinoceronte negro como el blanco. La diferencia entre ambos está en su labio. El negro ramonea en los arbustos y es por eso que tiene un labio prensil en forma de pico. El blanco, por el contrario, se alimenta de hierba del suelo, por lo que su labio es ancho y cuadrado. Aunque también en el tamaño se diferencian ligeramente, ya que el rinoceronte blanco es mayor.

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Jirafas a las orillas del Parque Nacional Lago Nakuru, Kenia / MARGA MEDINA ©

Si la ruta de safaris se comienza por este parque pueden surgir dos sentimientos: de enorme placer al haber contemplado casi los *’big five’ o, por el contrario, sentir decepción tras haberlo visto todo en unas pocas horas del primer safari. Los ‘cinco grandes’ son: león, leopardo, elefante, rinoceronte y búfalo. Se decía entre los cazadores que las cabezas de estos animales imponentes animales quedaban mejor disecadas en una pared que sobre sus propios hombros.

A nivel paisajístico es uno de los parques más bellos del país debido a ese contraste de las llanuras onduladas propio de la sabana llenas de acacias y euforbrias y las orillas blancas del lago. En cuanto a la fauna, destacan las dos especies de rinoceronte (blanco y negro). Aunque, con suerte, se pueden observar leones trapando árboles e incluso el leopardo. Además, algunos mamíferos rumiantes como el búfalo y el ñu.

Hipopótamos en el Lago Naivasha

Hipopótamos en el Lago Naivasha / MARGA MEDINA ©

Muy cerca de allí, se encuentra el Parque Nacional Lake Naivasha, de menor interés, pero es una experiencia única navegar en una débil barca por él y navegar, literalmente, entre hipopótamos. Desde allí estar rodeados de acacias, jirafas y cigüeñas. Es apasionante a la vez que temeroso, ya que no hay que pasar por alto que el hipopótamo es el animal de la sabana que más muertes causa en los humanos por sus ataques. Son muy agresivos y, sobre todo, las hembras cuando tratan de proteger a sus crías.

Leona saliendo del arroyo con una cría de cebra como presa en Masai Mara

Leonas saliendo del arroyo con una cría de cebra como presa en el Maasai Mara / M. MEDINA ©

Hipopótamos en el río Talek

Hipopótamos en el río Talek, Maasai Mara / MARGA MEDINA ©

La Reserva Natural de Maasai Mara es la auténtica joya del país. La más conocida sin duda. Es la pura continuación del Serengueti, pero éste se divide en la zona tanzana          -Serengueti- y la keniana -Maasai Mara-. Por supuesto, es el único parque que no debe dejarse por ver si se viaja a Kenia. Debido a su extensión, al río que lleva su nombre y sobre todo a la increíble migración que se produce cada año de millones de ñus y cebras que viajan entre las dos reservas en busca de pastos frescos, lo hacen un lugar mágico. De hecho, la «gran migración» es aún hoy un misterio. Los científicos aún no conocen las causas exactas que empujan a estos herbívoros a estar en constante migración entre los dos parques.

La reserva alberga todos los atractivos que se buscan en un safari. Ver la caza de una manada de leonas acechando a una gacela de Thomson no es tarea difícil. Hacer un safari por el Mara es vivir en primera mano y con los propios ojos, las imágenes que nos ofrecen los documentales. Además se pueden ver guerreros maasai, que habitan esta reserva. Los maasai se asientan también otras zonas meridionales del país y en la vecina Tanzania y hablan su propia lengua (el maa) y mantienen sus arraigadas costumbres ancestrales, como la religión.

Aunque famosa por sus leones, las llanuras albergan los cinco grandes y también se puede ver algunos en peligro como el rinoceronte negro, el guepardo e hipopótamos en el río Talek y el Mara. En las orillas del Talek y del Mara se pueden ver a los cocodrilos al sol. Pero, en número, al igual que en el Serengueti, los ñus son los ganadores con la gran migración.

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Familia de elefantes con el Kili de fondo en el P. N. Amboseli, Kenia / M. MEDINA ©

El Parque Nacional Amboseli está en territorio keniano pero está muy próximo a la frontera septentrional de Tanzania. Lo hace un parque muy bello topográficamente porque desde el parque se puede ver el majestuoso Monte Kilimanjaro, conocido como ‘Kili’ por los lugareños, montaña más elevada de África con casi 6,000 metros. El parque está en las faldas del volcán y eso lo hace majestuoso. La imagen de las manadas de elefantes con el monte al otro lado de la frontera, en Tanzania es un clásico y no hace más que repetirse cuando se visita el parque. El parque está ocupado por los maasai. Aunque no posee la variedad de fauna del Maassai Mara, en él se puede ver búfalos, jirafas masai, leones, gacelas, ñúes, cebras, jabalíes y chacales. Sin embargo, no es posible encontrar mucha vegetación y esto se debe a que el lecho del lago es salado y no permite el crecimiento más allá de algunas acacias salpicadas. Aunque esta sal hace que los pastos sean ricos en sales y muy apreciados por los herbívoros. Gracias a las nieves del Kili se producen corrientes de agua subterránea formándose manantiales y debido a las superficies volcánicas rocosa el agua fluye y por ellas se esparcen los elefantes e hipopótamos, como el de Loginya Swamp.

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Elefante hembra y su cría en el Loginya Swamp en el P. N. Amboseli ©/ MARGA MEDINA 

*Big five: es un término que se hace usual cuando vas de safari y se refiere a las especies africanas de: león, leopardo, elefante, rinoceronte y búfalo.

Para más información sobre la naturaleza de Kenia:
http://www.kenyalogy.com/esp/parques/nakuru.html

FUENTE
Playing in savage paradise. Documental

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